La naviera Finnlines amplía su oferta con un nuevo servicio para transportes marítimos ecológicos. Como anuncia la empresa en un comunicado de prensa reciente, el 22 de mayo de 2025 se lanzará la llamada Green Lane, que tiene como objetivo ofrecer a los clientes comerciales y a los pasajeros un transporte con emisiones significativamente reducidas. Se utilizarán ya sea biocombustibles de fuentes renovables o sistemas de propulsión eléctrica alimentados por baterías con corriente de tierra.
Según Finnlines, la opción totalmente eléctrica es la alternativa más sostenible en el entorno actual de la industria. Inicialmente, se ofrecerá en la ruta de alta demanda entre Kapellskär y Naantali. Allí se utilizarán los dos nuevos buques híbridos Ropax "Finnsirius" y "Finncanopus", cuyas baterías con una capacidad de 5 MWh se cargarán durante las paradas en puerto. Para la travesía, proporcionan la
energía necesaria para al menos sustituir parcialmente los combustibles fósiles.
Antonio Raimo, gerente de línea en Finnlines, destaca los avances de la empresa: "Nuestro objetivo principal es reducir las emisiones, y ya estamos viendo resultados concretos. Con la introducción de nuestros nuevos barcos, el 'Finnsirius' y el 'Finncanopus', hemos entrado en la era híbrida y ahora podemos ofrecer a nuestros clientes transportes marítimos aún más eficientes y sostenibles."
A pesar de un aumento en la capacidad de carga, las emisiones de CO2 por milla náutica en la ruta Kapellskär–Naantali se han reducido en un 22 por ciento.
Además de la opción basada en baterías, Finnlines también apuesta por los biocombustibles. En varias rutas de corta distancia –incluyendo Travemünde–Malmö, Malmö–Świnoujście, Kapellskär–Naantali y Gdynia–Hanko– los cargadores pueden reducir las emisiones de CO2 hasta en un 90 por ciento en comparación
con los combustibles fósiles tradicionales al optar por biocombustibles. Si los clientes eligen esta opción, la empresa se compromete a reemplazar la cantidad correspondiente de combustible fósil con alternativas sostenibles.
Merja Kallio-Mannila, directora comercial en Finnlines, explica:
"Queremos ofrecer a nuestros clientes soluciones concretas para alcanzar sus objetivos de descarbonización. Ambas opciones conducen a menores emisiones. Por ejemplo, el uso de biocombustible puede reducir las emisiones de dióxido de carbono en la ruta Gdynia–Hanko en hasta 700 kg por tráiler."
Los pasajeros también podrán utilizar en el futuro el Green Lane en rutas seleccionadas. Entre otras, en las líneas Kapellskär–Långnäs–Naantali, Travemünde–Helsinki, Świnoujście–Malmö y Travemünde–Malmö, la naviera ajustará el uso de biocombustibles proporcionalmente al número de pasajeros para reducir así las emisiones individuales.
Con el servicio Green Lane, Finnlines sigue su estrategia a largo plazo de acercar más el
transporte y la sostenibilidad. En las dos últimas décadas, según sus propios datos, la naviera ha invertido alrededor de dos mil millones de euros en nuevas construcciones y en la renovación de la flota. Otro hito está previsto para 2028-2029: tres barcos Ropax con propulsión de metanol se pondrán en servicio en la ruta entre Travemünde y Helsinki.
Thomas Doepel, presidente y CEO de Finnlines, se muestra convencido del rumbo tomado:
"En abril anunciamos un nuevo programa de inversión que consiste en tres barcos RoPax propulsados por metanol, que se emplearán en la ruta entre Alemania y Finlandia. Estas nuevas inversiones, al igual que las anteriores, nos permiten ofrecer a nuestros clientes un transporte de mercancías libre de fósiles. El anuncio ha despertado un gran interés y estamos seguros de que la demanda seguirá aumentando en el futuro."